Mi hogar, actualmente no cuenta con un baño adecuado, ya que en un solo espacio, tenemos cocina y camas, sin ninguna separación, ni privacidad. A esa condición precaria, hay que sumarle que el hogar no tiene piso, por lo que solo es tierra.
Durante meses, e incluso diría que años, hemos intentado acceder a programas del Estado cubano para mejorar nuestro hogar y darle a mis hijos, mejores condiciones de vida que las que uno ha tenido, pero siempre existe una negativa por parte de las autoridades, ya que ellos señalan que mercenarios ni opositores, pueden acceder a estos programas o ayudas.
Tras el paso de la tormenta tropical Laura por Cuba, termino llevándose la mitad del techo de mi casa durante esa madrugada. En dicha oportunidad, las autoridades pasaron en la mañana valorando los estragos que se produjeron en la comunidad, revisando casa por casa, menos la nuestra, ya que se saltaron mi hogar al realizar el catastro, por ser opositor.
Ahora, al salir de mi prisión, me encuentro en una situación económica, familiar y social, muy grave, ya que no me dan empleo en ningún lado, por ser opositor y haber salido recién de la cárcel, además con una casa, que ante cualquier otro embate de la naturaleza, terminara por derrumbarse, al igual que lo hará mi familia, quienes ya no soportan vivir en un ambiente tan adverso, y difícil para nosotros, ya que son victimas de la discriminación y malos tratos. Las paredes de mi casa, están podridas y próximas a caerse, ante el embate de la naturaleza.
Con urgencia, acudo a ustedes, porque al no tener recursos, ni tampoco manera de trabajar, no puedo generar ingresos para el cuidado de mi familia y mucho menos, pudiera arreglar mi casa para que podamos contar con un techo seguro en donde vivir, y refugiarnos ante tanta maldad y discriminación nos hemos visto enfrentados.
Todo este infierno lo estamos pasando con muchas dificultades a nivel familiar, por eso les pido que puedan ayudarme ante la desesperación de ver mi casa próxima a derrumbarse y quedar toda mi familia, sin un hogar donde vivir, ya que los niños no merecen vivir en precarias condiciones.
Atentamente.
José Rolando Casares Soto